Como madre o padre...
Sé lo doloroso que
es ver a un hijo
sufrir emocionalmente
Muchas familias me escriben compartiéndome lo mismo:
“Mi hijo ya no es el mismo.”
“Se encierra en su cuarto, está irritable, dejó de reír.”
“Dice que está bien, pero yo siento que algo no está bien.”
Y créeme, entiendo esa angustia.
Cuando somos padres, intentamos de todo: hablar con ellos, estar más presentes, cambiar rutinas en casa… Pero a veces, por más que lo intentemos, el malestar sigue ahí.
Y mientras tanto, crece esa sensación de impotencia, frustración y preocupación constante.
No saber cómo ayudar duele. Cansa. Agota emocionalmente.
Por eso estoy aquí: para decirte que no estás solo.
Con el acompañamiento adecuado, tu hijo puede sentirse comprendido, empezar a sanar y volver a disfrutar de su día a día.
